Una masacre total es la que se está viviendo en Siria, sobre todo, en los últimos meses con los sucesivos bombardeos indiscriminados del Ejército del dictador Bashar Al Assad. Más de 20.000 personas perdieron ya la vida desde el inicio del levantamiento popular, según hizo público este sábado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Esta organización -asentada en Reino Unido- calcula que de esos más de 20.000 muertos, 14.000 son civiles y combatientes rebeldes, otros 1.000 son soldados desertores del régimen sirio y otros 5.000 son militares afines al Gobierno.
Estas espeluznantes cifras coinciden en el tiempo con el asedio por aire y tierras de la artillería pesada de las tropas de Al Assad sobre Alepo, la segunda ciudad más importante del país africano. Los muertos en esta localidad se aproxima ya a los 200, después de más de 24 horas de combates sangrientos. Más de 20 víctimas mortales en Alepo son niños.