Y ha dejado de serlo por orden judicial, después de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Valencia haya dictanimado que no es compatible con la Constitución española que el dictador Francisco Franco siga ostentando dicha distinción.
El fallo judicial le da la razón a Compromis y considera inconstitucional que Franco siga siendo, a día de hoy, regidor honorífico de valencia.
Dicha formación política presentó un recurso contra el acuerdo del pleno del Ayuntamiento valenciano de julio del pasado año por negarse a retirar este título Franco. De esta forma, la distinción concedida el 1 de mayo de 1939 pasará a la historia.
Desde el Consistorio valenciano siempre se argumentó que al haber muerto el dictador hace 37 años ese derecho honorífico ya no existía y que no era necesario suprimir el título públicamente.
Lo de acabar con distinciones como ésta de Valencia o con estatuas del dictador o de su séquito de aquella época no es nuevo. En A Coruña, sin ir más lejos, la escultura del fundador de la Legión, José Millán-Astray, lleva tiempo acumulando polvo en un almacén, también por orden del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).