Siempre nos recomiendan que lo hagamos añicos e, incluso, que no tiremos todos los pedazos juntos. Hablamos del comprobante bancario que, según un último informe de los expertos, advierten del peligro y el riesgo que puede suponer para la seguridad arrojar los datos bancarios a la papelera.
Y es que el comprobante bancario, sobre todo el que obtenemos del cajero automático, es un documento que contiene los datos de la transacción y de la persona que ha realizado un movimiento o consulta. Algo que no pasa desapercibido a los ciberdelincuentes que se la saben todas para usarlo de manera fraudulenta.
Lo dicho, mejor que conserves el comprobante que emite el cajero no sólo porque te permite asegurar que has realizado una operación bancaria, sino que también minimiza la posibilidad de que personas malintencionadas utilicen nuestra información con ánimos de fraude.