Mientras el pueblo sirio sigue siendo muriendo en masacres y matanzas, en cambio, el presidente Bashar al Assad ha reaparecido hoy en una mezquita en Damasco coincidiendo con el final de Ramadán.
Este rezo del dictador coincide en el tiempo con la jornada en el que expira el mandato de los observadores internacionales de la ONU en Siria.