Unos minutos antes de las 14:00 horas llegó la mediática comparecencia del ex magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en las inmediaciones de la Embajada ecuatoriana en Londres. Tras una breve declaración en inglés, el jurista español aseguró que su representado, Julian Assange, se encuentra “fuerte de espíritu”.
Garzón, que estuvo reunido toda la mañana con el fundador de WikiLeakls dentro del edificio diplomático del que no puede salir porque sería automáticamente arrestado, trasladó la gratitud de Assange al Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa por concederle el asilo político solicitado.
El ex juez quiso dejar claro que Assange no está rehuyendo de la justicia sueca -que le reclama por unos presuntos delitos de abusos sexuales-, pero que necesita y exige “unas garantía mínimas y suficientes” para que no sea una especie de trampa para que EEUU le eche mano por todo lo destapado, en su momento y de los más comprometido, por WikiLeaks.
Garzón volvió a reclamar a Reino Unido un salvoconducto para que Assange pueda abandonar Londres, al tiempo que avanzó que ha recibido instrucciones del activista australiano para “luchar legalmente” por sus derechos que, en su opinión, han sido violados al estar siendo víctima de una persecución política.
Tras esta comparecencia de Garzón, ahora le tocará el turno a Assange que parece que se dirigirá a los medios desde una ventana de la Embajada ecuatoriana, ya que no puede pisar suelo británico.