Ya van más de 8.000 hectáreas calcinadas por los incendios forestales que siguen sin control en las localidades leonesas de Castrocontrigo y Villaobispo de Otero. El que más preocupa es el primero, en donde unos 500 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajan a destajo para tratar de controlarlo. La Junta de Castilla y León mantiene activado el Nivel 2 de peligrosidad, mientras que en el segundo se ha rebajado ya a Nivel 0.
Los militares de la UME desplegados en Castrocontrigo trabajan con cinco vehículos nodrizas y 15 autobombas y, en estos momentos, centran todos sus esfuerzos en los municipios de Torneros de Jamuz y Tabulla del Monte.
Por su parte, la Junta de Castilla y León ha desplegado ya a unos 480 efectivos que trabajan en las labores de extinción de este incendio que ha sido provocado. Los recursos movilizados por la Administración autonómica son 11 helicópteros y 9 aviones, mientras que el Gobierno central desplazó 2 aeronaves de coordinación, 7 cuadrillas de tierra, 9 cuadrillas helitransportadas, 10 autobombas, 12 bulldozer, 7 técnico y 10 agentes medioambientales.
La intensidad de los fuegos se ha traducido también en una potente nube de cenizas que ha llegado, incluso, a la ciudad de León donde se percibe el olor del humo y el cielo ofrece un color diferente.