La repercusión mediática y, sobre todo, el impacto en las redes sociales sobre el destrozo del ‘Ecce Homo‘ de la Iglesia de Borja, en Zaragoza, sigue imparable.
Lo último son las 9.000 firmas ya recogidas en una web para tratar de salvar la nueva imagen de este fresco, después de pasar por las manos de Cecilia Giménez. Esta anciana se tomó la labor de restauración por su cuenta y riesgo.
La petición para que no anden viviendo ningún equipo de restauradores y que el templo luzca la nueva imagen del Ecce Homo está dirigida al Ayunatmiento de Borja.
La iniciativa impulsada por un ciudadano llamado Javier Domingo argumenta de esta manera la solicitud:
“El osado trabajo realizado por la espontánea artista en el Ecce Homo del Santuario de la Misericordia de Borja, supone además de un entrañable acto de amor, un inteligente reflejo de la situación política y social de nuestro tiempo. En el cual se pone de manifiesto una sutil crítica a las teorías creacionistas de la Iglesia, a la vez que se cuestiona el surgimiento de nuevos ídolos”.
La explicación continúa diciendo que “el resultado de la intervención combina inteligentemente el expresionismo primitivo de Francisco de Goya, con figuras como Ensor, Munch, Modigliani o el grupo Die Brücke, perteneciente a la corriente artística del expresionismo alemán”.