Mientras la cifra de muertos sigue subiendo, los últimos datos hablan ya de 26 víctimas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, acaba de anunciar una “investigación profunda” sobre la potente explosión registrada en la refinería de Amuay, situada en la península de Paraguaná, y que también ha dejado cerca de un centenar de heridos de diversa consideración.
“He ordenado una investigación profunda sobre estos hechos, sobre sus causas y además hay que determinar bien las causas, efectos y tomar las acciones que haya que tomar”, ha avanzó Chávez, a través de la televisión estatal.
De los 26 muertos, 17 son miembros de la Guardia Nacional, ya que las instalaciones de un destacamento ese cuerpo policial-militar, encargado de la vigilancia de la refinería, se vieron afectadas directamente por la explosión.
“Quiero transmitirles el profundo dolor que embarga mi corazón mi alma desde esta madrugada, cuando comencé a tener información desde el lugar de los acontecimientos de esta tragedia”, señaló el líder venezolano, al tiempo que indicó que se decretarán tres días de duelo nacional por la tragedia.
La planta en donde se ha producido este trágico suceso de madrugada es una de las tres que conforman el Centro Refinador de Paraguaná (CRP), el más grande de Venezuela y uno de los más importantes del mundo.
Las primeras investigaciones apuntan a una fuga de gas lo que originó un incendio en dos tanques de la instalación industrial y que acabó en una potentísima deflagración.
La onda expansiva ha sido tan grande que se han producido derrumbes y roturas en viviendas cercanas.
