Y es que, aunque el vertido detectado este domingo en el río Lagares ya está controlado, el Concello de Vigo prefiere que la zona de su desembocadura, ya en la playa de Samil, siga cerrado a los bañistas, al menos este martes.
Los trabajos de limpieza y contención por parte de Aqualia siguen su curso, explicó hoy el regidor vigués, Abel Caballero, quien detalló que el origen del vertido fue el aliviadero de un tanque de bombeo de la depuradora.
Ya fueron retiradas más de una veintena de cisternas cargadas de agua turbia, mientras que un grupo de operarios sigue trabajando en la zona.
La idea es levantar la prohibición del baño mañana, miércoles, siempre y cuando las muestras de agua analizadas así lo permitan.