Alberto Núñez Feijóo, que no ha indicado cómo piensa sacar a Galicia de la situación de crisis, ni ha planteado una sola idea sobre las acciones que acometerá, al igual que el resto de los grandes partidos que se presentan a las Elecciones del 21 de octubre, eso sí, se ha mostrado de acuerdo con que los debates se regulen por ley, como ha pedido el BNG.
El presidente, que ha puesto como ejemplo a Francia y Portugal, ha pedido que la ley electoral contemple la posibilidad de una “segunda vuelta”, en la que se medirían los candidatos y partidos con mayor número de votos en las urnas, “evitaría partidos bisagra, intereses económicos y personales en las listas y clarificaría y facilitaría una mayor afección de los ciudadanos a la política”.
Sin embargo, ni Feijóo, ni ninguna de los demás formaciones con posibilidades de llegar al Parlamento de Galicia, a excepción de Esquerda Unida (EU), han propuesto que la ley obligue a los partidos a seguir su programa electoral, entendiéndolo como un compromiso con los electores, una vez que lleguen a las instituciones.
Eso sí, al candidato popular le ha faltado tiempo para criticar a sus contrincantes calificando de “broma” y “falta de respeto a los ciudadanos” el debate entre los cabezas de lista de PSdeG y el BNG, puesto que, según él, “ya tienen una coalición postelectoral determinada, para que no gobierne el PP. Ahora van a debatir para ver si la gente no se da cuenta de que tienen un pacto”.
