El genocida que aún manda en Siria, vetó una propuesta de su Gobierno para alcanzar una solución pacífica al conflicto, después del doble atentado perpetrado el pasado mes de julio en Damasco, en el que murieron cuatro altos cargos. Quien ha revelado esta información ha sido su ex primer ministro, Riyan Hijab, quien ha explicado a la cadena de televisión Al Arabiya que tras el doble atentado se dio cuenta de que no habría una solución militar, por lo que se reunió con varios altos cargos, entre ellos el vicepresidente del Gobierno, el presidente del Parlamento y el subsecretario general del Partido Baaz, para proponer a Al Assad un diálogo de paz.
“El presidente se negó completamente a establecer un diálogo con los opositores asegurando que no es era oposición patriótica porque estaba armada” . Según Hijab, “la respuesta de fue un ‘shock’ para todos. Yo perdí completamente la esperanza, días después, cuando el Ejército Libre Sirio se hizo con el control real de Aleppo”, ha confesado.
El ex primer ministro ha criticado a la comunidad internacional por el fracaso en su intento de frenar el derramamiento de sangre, y ha augurado que los esfuerzos del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, serán “una pérdida de tiempo“.
Hijab, quien asestó un durísimo golpe al régimen sirio desertando el pasado mes de agosto, cree que ahora la única opción es armar a los rebeldes. “El régimen está ganando tiempo, se lo he oído decir al presidente, por lo que no habrá más solución que la que están intentando conseguir los rebeldes”.
