Según publica este lunes El País, en su edición gallega, la extinta Fundación Puerto de Vigo (FPV), creada en su día por la ex presidenta de la Autoridad Portuaria, Corina Porro, ha sido denunciada, en concreto, sus cuentas. El encargado de interponer dicha demanda ante la Fiscalía de Pontevedra ha sido el ex gerente de la institución, Pablo Alborés, cansado de que nadie le haya hecho caso hasta ahora.
Tal y como refleja el citado periódico, Alborés pretende que se investigue el uso de un millón de euros por parte de un ente del puerto vigués.
Parece ser que el ex gerente de la FPV ya alertó del presunto desvío de fondos a los principales dirigentes del PPdeG. Entre los que cita El País están el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, así como el secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda, y el presidente del PPdeG vigués, José Manuel Figueroa.
Precisamente, habría sido la falta de respuesta por parte de estos responsables del PP gallego lo que llevó a Alborés ir más allá y acudir a la Fiscalía. El denunciante se puso en contacto con ellos a través de varios burofax.
Según leemos, “si de las cuentas de 2010 se derivaban resultados tan escabrosos como que la FPV se habría quedado con más de 100.000 euros cuya entrega había comprometido públicamente a dos ONG, las de 2011 no le van a la zaga” y ponen como ejemplo la consignación de una subvención de 6.500 euros -por parte de la Consellería de Educación e Cultura– para la representación de una obra teatral por alumnos de un centro de discapacitados en el Teatro Arte Livre.
“Ni el centro ni el teatro recibieron nada: apenas 600 euros de los ingresos de taquilla”, refleja la noticia de El País, que también se centra en la figura del IGAPE que, según el mismo diario, fue “el principal financiador de la FPV a través de dos convenios que sumaron casi 290.000 euros”.