Pese a que los talibanes afirmaron hace unos días que Malala Yousafzai “merecía morir” por “espionaje”, parece que, afortunadamente, no van a salirse con la suya porque la joven activista evoluciona cada vez a mejor y ya se comunica por escrito con los médicos que la atienden en Reino Unido.
Según informan desde el hospital en donde se encuentra desde la semana pasada, esta niña paquistaní de 14 años ya comienza tenerse en pie con ayuda y puede mantener una conversación coherente con los profesionales sanitarios.
Como ya sabes, Malala fue disparada por un grupo de talibanes cuando regresaba de la escuela junto a otras dos niñas. Precisamente, es este hecho, el que ella y otras chicas acudan al colegio lo que quieren evitar la banda extremista radical y, por eso, las atacaron.
Los médicos del hospital Reina Isabel de Birmingham, donde se encuentra ingresada Malala, recuerdan que la joven todavía presenta síntomas de infección provocados por las heridas de bala en su cabeza y en su hombro. Ninguno de los daños es irreversible, pero “el peligro todavía no ha pasado”, señalan desde el centro hospitalario.
“Hay cierto daño físico en el cerebro por la bala que entró en su cabeza”, aunque parece que esta niña, que supone todo un ejemplo a seguir, se encuentra estable.