Si tuviese un coche de verdad, estaríamos viendo otro campeonato. Fernando Alonso, con un monoplaza que está muy lejos en prestaciones de los McLaren y, especialmente de los Red Bull, “nuestro rival ya no es Vettel es Adrian Newey”, ha firmado este domingo en el Gran Premio de la India, una de sus mejores carreras de esta temporada. Saliendo de la quinta posición ha sido capaz de ir remontando posiciones hasta la segunda plaza.
Primero se ha quitado de en medio a los Hamilton y luego se ha lanzado a por el segundo piloto de Red Bull, Mark Webber, al que ha pasado a 15 vueltas para el final, yéndose, después a por el intratable Vettel que, en ese momento, le sacaba más de 11 segundos de ventaja, un mundo cuando se trata de Fórmula 1.
El piloto asturiano ha conseguido del Ferrari mucho más de lo que tiene un coche que empezó el año por detrás de sus competidores, que evolucionó menos de lo justito para enfrentarse a unos rivales que tampoco fueron mejorando gran cosa, y que a estas alturas del campeonato, a falta de cuatro carreras, han vuelto a aplicarse y han dejado a la escudería italiana con muchas menos opciones, como ha reconocido el propio Stefano Domenicali, jefe del equipo.