Y es que la crisis ha reducido a la mitad la flota de submarinos de la Armada, ya que después de que el ‘Siroco’ fuera dado de baja el pasado junio, los presupuestos para el próximo año no contemplan la gran revisión a la que se tendría que someter el ‘Tramontana’ para continuar operativo. De esta manera, España permanecerá sólo con dos submarinos disponibles a la espera de que se incorpore la nueva flota que está siendo construida por Navantia, un programa de más de 2.000 millones de euros.
La Armada espera que el primero de los nuevos submarinos, que ya está en avanzado estado de construcción en los astilleros de Navantia de Cartagena, esté operativo en 2016. Ese mismo año tendrá que darse de baja uno de los dos submarinos de la actual flota, el ‘Galerna’, que ya se ha pasado su última gran carena posible.
El comandante de la flotilla de submarinos de la Armada, capitán de navío Carlos Martínez-Merello, advierte de que “si se produjesen retrasos en la entrega del S-81, dada la complejidad de la construcción, que lo llevaran más allá de 2016, las Fuerzas Armadas se quedarían con un sólo submarino operativo”. Sería el ‘Mistral‘, que en estos momentos está pasando su última gran revisión, y que en esos años estaría agotando su vida operativa.