Científicos estadounidenses han descubierto una molécula que obliga a las células cancerígenas a comportarse como las sanas, lo que incluye su propia muerte. Según un estudio publicado por la revista científica Open Biology, de la Royal Society de Londres, este descubrimiento abre una nueva terapia contra el cáncer.
Los investigadores, que basaron su estudio en un tumor cerebral, descubrieron que las células cancerígenas provocan una mutación en el gen PK-M, que comienza a producir una proteína que estimula su crecimiento, a una velocidad mucho mayor que las sanas.
El estudio presenta una molécula con la que ha logrado detener la producción de esta proteína perjudicial en un tumor cerebral y ha conseguido que sus células malignas vuelvan a comportarse según los patrones de una célula sana. Ello implicó que las células del tumor volviesen a respetar la apoptosis o muerte celular programada, un proceso por el que las células con problemas provocan su propia muerte.
Los científicos confían en que esta molécula sirva de base para nuevos tratamientos contra todo tipo de cánceres, pero reconocen que la investigación se encuentra en una fase muy temprana y aún es necesario medir su eficacia en ratones vivos y evaluar posibles efectos secundarios.