Es sólo una de las muchas frases lanzadas desde la tribuna del Congreso por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “De esta crisis no saldremos si no hacemos nuestros propios deberes, por muy duro que sea”, afirmó convencido el jefe del Ejecutivo pero, agregó, que “es esencial que Europa colabore”.
Rajoy, que se encuentra este miércoles en el Congreso para informar sobre la cumbre de jefes de Gobierno de la UE celebrada hace unos días, urgió a Bruselas a que adopte las medidas oportunas para impulsar el crecimiento.
Tras valorar de manera positiva todo lo acordado en esa reunión al más alto nivel, el presidente español se mostró dispuesto a seguir avanzando tanto en las medidas de consolidación fiscal como en las reformas estructurales, al tiempo que se congratuló de que se hayan dado pasos hacia una “mayor integración” europea.
No obstante, lamentó que la UE se mueva a un ritmo más lento de lo esperado, pero que lo importante es ir todos juntos hacia ese proceso de recapitalización bancaria. “Si se hace bien, se dará una señal de confianza en la moneda común”, argumentó.
Totalmente opuesto a lo esgrimido por Rajoy se mostró el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien calificó de “mala” esa cumbre europea para los intereses de nuestro país y exigió al presidente del Gobierno que negocie una relajación de los objetivos del déficit por ser estos una asfixia para la ciudadanía.
Rubalcaba criticó que en la UE no se avanzara nada en los planes de crecimiento y empleo que se necesitan y que lo que Rajoy llama “ritmo lento” no es más que “un desastre”.
Con respecto a los objetivos de déficit pactados entre España y Bruselas en su momento, el secretario general del PSOE aseguró que “incumplir es muy malo, pero poner encima de la mesa números que nadie se cree es casi peor”.
En cuanto a un posible rescate total de la UE a nuestro país, Rubalcaba pidió a Rajoy que consiga que el Banco Central Europeo (BCE) intervenga sin exigir nuevas condiciones a España, ya que los ciudadanos han hecho muchos esfuerzos.
Acusó al Gobierno de pedir sacrificios muy duros a los ciudadanos para pagar los intereses de la deuda, lo que significa que al final van a los que especulan y demuestra que España está pagando duramente la pertenencia al euro.