Una multitud accedió sin control, sin entrada y aprovechando el tumulto, al recinto del Madrid Arena para presenciar la actuación principal del DJ Steve Aoki, prevista para las 3 de la madrugada. Según miembros de las Fuerzas de Seguridad que participan en la investigación, en ese momento, centenares de personas que estaban en la pista de baile se movieron para ocupar la parte superior del Madrid Arena y tener, así, una visión mejor de la actuación principal.
Estos dos movimientos de personas colapsaron parte del lugar justo antes del lanzamiento de efectos pirotécnicos como bengalas lo que desató el caos que produjo la tragedia. Como se había indicado desde un principio, la Policía Científica ya ha encontrado una bengala tras la primera inspección ocular del lugar practicada este viernes.
Además de ello, se ha sabido que durante la macrofiesta el número de agentes privados de seguridad en el recinto era de 38 efectivos, pese a que el documento de alquiler del recinto indica que el equipo de seguridad, encargada a la empresa “Kontrol 34, S.L.”, estaría compuesto por “75 operativos”, en el interior, mientras que en el exterior la vigilancia y requisa correría a cargo del “Grupo Seguriber”.
Estos datos se suman a otros sobre la cantidad de personas que había en el lugar que, según los organizadores debía de ser de “alrededor de 7.000”, según los datos del Ayuntamiento eran 9.600 y, de acuerdo con los testimonios de varios testigos y de algunos de los artistas, que incluso subieron a Twitter comentarios sobre el acto, oscilarían entre las 12.000 y cerca de las 20.000 personas, muy por encima del aforo real, que es de 10.600 personas, según aseguró el vicealcalde de Madrid.
