Así es, no solo el que fuera electricista de la Catedral se llevó algo, en este caso el Códice Calixtino, sino que el organista del templo, además de leer e interpretar partituras, entre actuación y actuación sacó tiempo para llevarse un facsímil del templo, valorado en 3.000 €. Por ello, y tras confesar el robo, fue condenado a cuatro meses de prisión, tras ser detenido en el marco de la investigación en relación a la sustracción del Códice.
En el marco de la investigación, dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, fue detenido el organista de la Catedral, antes de ser hallado el Códice, quien acabó confesando que se había llevado un facsímil.
Sin embargo, fuentes de la Policía han indicado que este se trata de un “caso puntual” entre varios de los que se sabía, “metían la mano” en el patrimonio de la Catedral, por lo cual se instruyeron diligencias separadas de la causa relacionada con la sustracción del Códice Calixtino, por la que el exelectricista detenido permanece en prisión provisional.