Estas son, seguramente, las elecciones presidenciales norteamericanas más ajustadas, al menos en los sondeos, desde que George W. Bush se hiciese con la Casa Blanca frente a Al Gore gracias a la mano que le echó su hermano, Jeb, en Florida, hace 12 años. Y es que los dos candidatos, el actual presidente y el líder republicano llegan empatados al último día de campaña.
Según un sondeo de Reuters, la diferencia entre Barack Obama y Mitt Romney, está dentro del margen de error de las encuestas en los cuatro estados más determinantes en las votaciones de este martes. En Ohio, que puede ser el estado clave de estas elecciones, el presidente obtiene una ligera ventaja con un 48% por ciento de apoyos, frente al 44% del ex gobernador de Massachusetts, un avance que no está mal teniendo en cuenta que Obama solo tenía un punto de ventaja en el mismo sondeo sobre Ohio publicado el sábado.
Sin embargo, ambos candidatos están empatados en Colorado y Florida, con el 48 y el 46%, respectivamente, y el presidente aventaja por solo un punto, 47 a 46%, a Romney en Virginia.