Miles de personas se han visto afectadas por la huelga de 24 horas convocada este lunes por la plantilla de Vitrasa, paro que sigue convocada, asimismo, para los días 26 y 29 y que, de acuerdo con los sindicatos, podría transformarse en indefinida “si no vemos avances en la negociación del convenio”.
El Comité de Empresa ha denunciado que lleva 10 meses hablando con la dirección “sin que haya habido ni un paso adelante”, por lo cual no dudará en convocar una paro indefinido si no hay, al menos, “un avance apreciable”. En opinión de los sindicatos, este paso parece lejano puesto que, subraya, “la dirección ya nos ha dicho que no cambiará su postura”.
Por su parte, Vitrasa, además de pedir disculpas, ha apelado a la responsabilidad y sigue haciendo un llamamiento a los sindicatos para “lograr un acuerdo”. Los responsables de Vitrasa recalcan que, pese a la crisis, “no solo se han mantenido los puestos de trabajo desde 2008, sino que se han aumentado la plantilla”, al tiempo que recalcan que “tenemos como objetivo básico garantizar la estabilidad, tanto de la plantilla como de la empresa”.
Por su parte, los trabajadores siguen reclamando la distribución mensual de las jornadas de descanso, para lo que plantean aumentar su horario de trabajo, y que los 30 días de vacaciones que tienen hasta este año se transformen en 25 laborables.
Mientras se realizan estas reivindicaciones y la empresa apela a la negociación, los afectados siguen siendo los viajeros. Hoy había decenas de personas en las paradas del autobús, algunas de ellas esperando más de 45 minutos. “Nadie nos informa y si antes no llegábamos a la hora, con esto es imposible ir en autobús”, comenta uno de los usuarios. Otro asegura que los horarios que se anuncian en las paradas “no se parecen en nada a la realidad y estamos esperando mucho más tiempo”. Una señora señala que “esto es una vergüenza, un atraco, con lo que pagamos por ir en el autobús y tener que aguantar esto, es que nos están tomando por idiotas”. Otras personas optaron por coger un taxi, como pudimos comprobar en la farola de Urzáiz, y más de una, no ha dudado en quejarse a los conductores que están cumpliendo con los servicios mínimos acordados con la empresa.