La autopsia no ha dejado lugar a dudas: en el cuerpo del ex presidente, que fue exhumado para realizar nuevas pruebas, después de que en el mes de junio un consejo de supervisión estatal elaborase un informe en el que manifestaba sus sospechas sobre la muerte del exmandatario, había estricnina, un compuesto químico letal utilizado para la fabricación de pesticidas, Dicloro Difenil Tricloroetano (DDT), Dicloro Difenil Dicloroetileno (DDE), y cadmio.
Según el Instituto Forense de Turquía, además, el cadáver presenta trazas de elementos radiactivos, entre ellos américo y polonio, ambos letales. Según los médicos, Turgut Özal, fue debilitado a largo plazo con estos elementos, mientras que el uso de DDT y el resto de químicos, que pudieron ser suministrados a través de la comida, aceleraron su muerte.
Özal fue hallado muerto en su oficina el 17 de abril de 1993 a causa presuntamente de un ataque cardiaco, aunque su mujer, Semra , afirmó que su marido había sido envenenado. En el momento del fallecimiento, los médicos indicaron que Özal, que había sido sometido a un triple ‘by-pass’ coronario en 1987, falleció a causa de un infarto.