Novagalicia tendrá que despedir a más de 2.000 de sus 6.000 empleados, entre ellos 1.200 de EVO Bank y de las oficinas de la entidad de fuera de Galicia. Así lo ha confirmado la Comisión Europea, que ha puesto como condición para que los bancos nacionalizados accedan al ‘rescate’ de la UE que, además, cierre la mayoría de sus sucursales en aquellos territorios fuera de Galicia, Asturias y León. A ello se añade que la entidad solo podrá hacer banca minorista y de pequeñas y medianas empresas (PYMES), deberá vender su cartera industrial antes de que acabe 2015 y deshacerse del Banco Gallego.
Queda por decidir la quita que se hará a los clientes de las preferentes que, si echamos un vistazo a las condiciones que la Comisión ha impuesto a Bankia (6.000 despidos, cierre de 600 oficinas) podría estar entre un 40 y un 60% del total.
Estas son parte de las condiciones que la UE ha impuesto para aprobar los primeros 35.000 millones de ayuda a los cuatro grupos financieros nacionalizados españoles (Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia), y que han sido pactadas con el Gobierno español. En conjunto, recogen un recorte de 8.000 empleos en total, la eliminación de unas 1.000 oficinas y una completa restructuración, que pasa porque las entidades con ayudas centren su negocio en sus regiones de procedencia y en la banca familiar.
Joaquín Almunia, comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión, hará público este miércoles, en Bruselas, el documento definitivo con las condiciones que tienen que aplicar cada una de las cuatro entidades, así como el capital definitivo que se les inyectará. El fondo de rescate, el FROB, recibirá el dinero de Europa el 15 de diciembre, y lo ingresará en las entidades el 30 de diciembre, a tiempo para cuadrar las cuentas de 2012.
