El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha cedido a la presión social y acaba de convocar un referéndum sobre la nueva Constitución, aprobada por la Asamblea Constituyente, sin representación de los grupos liberales. La consulta se desarrollará el próximo 15 de diciembre.
Desde hace días, manifestantes contrarios a las prácticas ‘no muy democráticas’ demostradas por el mandatario han mostrado su indignación en la calle, al tiempo que defensores de Mursi.
“Emitiré una decisión para convocar a todo el pueblo a un referéndum sobre este proyecto de Constitución y convoco a todos los egipcios para el sábado 15 de diciembre próximo”, anunció Mursi en un discurso institucional.
Mursi defendió que la Carta Magna encierra “la soberanía del pueblo, los derechos y la dignidad de todos los egipcios, iguala los derechos de todos los ciudadanos sin discriminación por creencia o raza y reduce los poderes del presidente, ya que no puede disolver el Parlamento”.
Fue este viernes cuando la Asamblea Constituyente -dominada por los islamistas- aprobó el viernes el proyecto de la nueva Constitución, pese al boicot de los grupos laicos que se quejaron de la hegemonía de los Hermanos Musulmanes y los salafistas en ese organismo.
El malestar en Egipto volvió a escenificarse en la mítica plaza Tahrir de El Cairo y la promulgación de un decreto otorgando poderes casi absolutos al presidente incrementó esas protestas.
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