Una casa de cinco pisos que resistió durante más de un año en medio de una carretera en construcción, por la resistencia de dos de sus inquilinos a ser reubicados en otro lugar, fue finalmente derrumbada el fin de semana, después de que se alcanzara un acuerdo con la constructora sobre la indemnización.
El edificio, que estaba situado en la localidad de Wenling, fue finalmente derruido por las excavadoras el 1 de diciembre, después de que el dueño del mismo, Luo Baogen, de 67 años, y su esposa acordaron marcharse a cambio de 260.000 yuanes (unos 38.000 €) y un solar para construir una nueva vivienda. Luo no había aceptado la indemnización de unos 30.000 € que cobraron los vecinos de los 450 edificios y casas que fueron demolidos en Wenling para construir la nueva carretera, aguantando todos estos meses y pidiendo que se le pagase alrededor de 90.000 €.
Esta circunstancia hizo retrasarse las obras de la nueva vía que, a la vista de que no había acuerdo, siguieron adelante rodeando la casa de asfalto a la espera de que el contumaz inquilino se marchara.
Estos casos en los que una vivienda resiste durante meses o años en medio de unas obras son relativamente frecuentes en China, donde existe incluso un apodo para estas viviendas, las “casas clavo” (“dingzihu”), porque permanecen tercamente en su lugar por la resistencia de sus inquilinos a dejarlas.
Las imágenes de la vivienda publicadas este mes en la prensa de todo el mundo dieron a Luo y su esposa más fama y posibilidades de negociación, que les permitieron lograr una compensación algo mayor que la de otros vecinos que habían dejado el lugar meses antes..“Nunca pensamos en vivir para siempre en una casa en medio de la carretera. Después de las explicaciones del gobierno finalmente decidí marcharme”, señaló Luo, que se dedica a la cría de patos, en declaraciones a la agencia oficial Xinhua.
