Se trata de la dimisión del comisario jefe de Recursos Operativos de los Mossos d’Esquadra y jefe de los antidisturbios, Sergi Pla, quien ha puesto su cargo a disposición del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Y tras esta decisión, el consejero de Interior en funciones, Felip Puig, se la ha aceptado.
Estamos ante la primera dimisión después de la polémica surgida por las versiones incompletas sobre los disparos de los antidisturbios en la zona donde una mujer, Ester Quintana, perdió un ojo, tras recibir una pelota de goma en los incidentes de la última huelga general del 14-N.
Esta noticia llega después de que la dirección del cuerpo policial admitiese recientemente un fallo en la cadena de mando a la hora de recabar la información sobre la actuación en la jornada de huelga general.
Precisamente, Puig se ha reunido este jueves con los grupos parlamentarios catalanes para darles nuevas explicaciones de la actuación de la policía catalana durante ese 14-N.
En la rueda de prensa posterior, el conseller de Interior en funciones reiteró que confía plenamente en que los Mossos no son los culpables del impacto que recibió Ester. “De la información que tenemos no se puede desprender que la lesión de Quintana haya sido causada por una acción de los Mossos”, argumentó de nuevo.