Joseph Woodland, el inventor que un día creó los más que habituales entre nosotr@s códigos de barra tranformando el mundo de las empresas de distribución, falleció esta semana en Nueva Jersey a los 91 años de edad.
Woodland fue un ingeniero mecánico que desarrolló junto con un compañero de clase, Bernard Silver, el famoso sistema de líneas estrechas y anchas que codifica información que debe ser interpretada por un lector óptico.
El invento, desarrollado a finales de los años 40, fue patentado en 1952 y revolucionó desde los años 70 la forma en que las compañías almacenan y distribuyen productos.
El producto de Woodland no contó con el apoyo del decano del centro donde estudiaba y fue Silver quien creyó rápidamente del proyecto, comenzando a trabajar juntos en el concepto.
Woodland, quien había aprendido el código Morse siendo niño cuando formaba parte de los boy scouts, acabó por idear un sistema que cambiaba los puntos y líneas del Morse por rayas de diferentes grosores.
En 1952 patentaron la idea y luego la vendieron a Philco por 15.000 dólares, pero el invento no pudo aplicarse en la práctica ya que requería un escáner con una enorme lámpara de 500 vatios de potencia. Hubo que esperar al desarrollo de la tecnología de lectura óptica por rayo láser y los microprocesadores.
Woodland pasó a trabajar en el gigante tecnológico IBM, donde uno de sus colegas acabó desarrollando a comienzos de los años 70 el cuadrado blanco con líneas negras que terminó siendo adoptado como el estándar de la distribución en 1973.