Los socialistas vuelven a la Presidencia 17 años después de que saliera de ellaFrançois Mitterand, confirmando el cartel de favorito de Hollande quien ya se había vencido en la primera vuelta de estos comicios el pasado 22 de abril, imponiéndose por un 28,6% frente al 27,2% de su oponente conservador.
La televisión pública francesa otorgaba, también, la victoria a Hollande, con un 51,9% de los votos a su favor, frente al 48,1% de Sarkozy, casi 4 puntos de diferencia, algo menos de la que señalaban las encuestas difundidas fuera de Francia.
Obama, for more years
No será un presidente de un solo mandato, como se temía a mitad de esta legislatura. El primer negro que llega a la Presidencia de los Estados Unidos, tendrá otros cuatro años para llevar a cabo los cambios que prometió en 2008, cuando el ‘Yes, we can’ le llevó directamente desde el Senado a la Casa Blanca, algo que no se había producido desde que John F. Kennedy ganó las elecciones 47 años antes.
Barack Hussein Obama (Honolulu, 1961) será, además, el presidente más joven en lograr la reelección. El Premio Nobel de la Paz de 2009, se ha hecho con la victoria por un margen más grande de lo esperado e imponiéndose en la mayoría de los conocidos como ‘swing states’, los estados indecisos, en los que ha recibido la confianza de los ciudadanos que, pese a que no ha cumplido la mayoría de las promesas que les hizo hace 4 años, han entendido que Obama ha sabido preservar a los Estados Unidos de una recesión que ha arrasado la economía europea.
De nada han servido los esfuerzos de los republicanos por presentarlo como el culpable de una crisis que, ahí Mitt Romney no ha podido librarse ni de la imagen de George Bush hijo, ni de su condición de millonario elitista, los electores no han olvidado que heredó de un antecesor republicano más ocupado en acciones militares que en controlar la economía.
Y la labor de Obama no era fácil, menos en una elección donde la economía ha sido el eje central del interés de los votantes quienes hasta hoy reprochaban al presidente que no hubiese sido capaz de impulsar la creación de empleo ni recortar suficientemente la gigantesca deuda pública norteamericana.