Desde luego, no es lo mismo robar un salchichón o una bandeja de carne troceada del supermercado que un perfume de alta gama o una botella de vodka, desde luego. Hablamos del denominado hurto famélico y que no es otro que el justificado por un estado de necesidad.
Pues en nuestro país, desde que comenzó la crisis hasta la actualidad este tipo de robos se dispararon enormemente. Es lo que viene comprando la Policía Nacional, sobre todo, en el último año.
Pese a que nuestro Código Penal no lo tipifica específicamente, el hurto famélico no suele acabar en detención, ya que se quedan en faltas al no llegar el robo a los 400€. No obstante, aunque las faltas por este tipo de hurtos se tramitan igual, muy rara vez estos casos acaban en comisaría.
Los supermercados y las grandes superficies comienzan a estar más que preocupados por el incremento de este tipo de hurtos. Así, los principales productos que se roban por necesidad son las latas en conserva, embutidos, yogures, leche o carne que suele estar preparada en bandejas.
La prueba de que estos hurtos famélicos crecieron se traduce en que muchos supermercados muchos de los productos de primera necesidad han pasado a vitrinas con llaves.