Con esta frase el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha celebrado el reingreso de su país a la Convención Antidroga de las Naciones Unidas, que incluye la excepción del mascado de la coca.
“¡Viva la coca y mueran los yankis!”, con esta exclamación Morales se congratuló de la victoria del mascado de la coca frente al “imperio” -en alusión clara a EEUU-.
Bolivia vuelve nuevamente a esa convención de la ONU, después de un año de ausencia. Uno de sus detractores para su regreso ha sido EEUU, aunque también otros países.
Morales, que sigue siendo el máximo representante sindical de los campesinos cocaleros de la zona de Chapare, fue arropado por decenas de miles de personas en la ciudad central de Cochabamba, y fue en este escenario desde donde lanzó la frase, al tiempo que dijo también que ya era hora que el mundo reconociese que “la hoja de coca no es veneno, que la hoja de coca no es estupefaciente, que la hoja de coca es parte de nuestra vida y de nuestra cultura”.
Según un último informe de la ONU, Bolivia contaba con 27.200 hectáreas de cultivos de mata de coca, durante 2011.