El ex delegado del Gobierno en Galicia y actual director general de la Guardia Civil, no tenía capacidad para tomar decisión alguna durante la catástrofe del ‘Prestige’. Eso ha asegurado Arsenio Fernández de Mesa durante su comparecencia en el juicio que se sigue por el hundimiento del petrolero y a preguntas del abogado de ‘Nunca Máis’. “Nunca di instrucción alguna a nadie”, indicó Fernández de Mesa que durante la catástrofe era el presidente del órgano rector de las operaciones y que, incluso, estuvo imputado por su papel en la misma hasta 2003, cuando la Audiencia Provincial de A Coruña acordó levantar dicha imputación.
“La toma de decisiones le correspondía a la Autoridad Marítima”, ha señalado el ex delegado del Gobierno, “supongo que (José Luis López) Sors (entonces director general de la Marina Mercante) no tomaba las decisiones él solo, sino que lo hacía con sus asesores”, ha afirmado Fernández de Mesa, en relación al gabinete de crisis constituido para afrontar la situación.
El director general de la Guardia Civil negó que hubiese negado a hubiese ordenado a López Sors alejar el buque el 13 de noviembre de 2002, “lo primero que dije es que no se empotre en Muxía”. Eso sí, ha reconocido que se estudiaron todas las opciones, entre ellos la de llevar el petrolero a puerto, aunque ha subrayado que “los trabajos de los técnicos no estaban en el despacho del delegado del gobierno ni aquello era un grupo de amigos”.
En respuesta a la declaración de Albert Koffeman, directivo de la empresa de rescate Smit Salvage, que le identificó como la persona que “más insistía” en alejar el buque Fernández de Mesa ha manifestado que “sería muy raro que insistiera en algo firmado y aceptado”, en alusión al documento que tuvo que firmar la empresa, para poder subir al barco, y en la que se estipulaba que debía mantenerse a 120 millas de la costa española. Además de ello ha insistido en que no recordaba haber dicho “hay que llevar el barco para adentro”, en referencia a alta mar, aunque sí calificó al ‘Presige’ como “un conjunto de chatarra, como dicen los técnicos”.
Además de todo ello, De Mesa ha negado repetidamente que se hubiese engañado a la opinión pública en las informaciones que se dio sobre el estado del buque y el fuel que vertía y, al ser preguntado por qué se decía que no llegaba a las rías y la gente estaba recogiendo el chapapote, el ex delegado ha insistido, “el interés del Gobierno era informar de lo que estaba pasando sin engañar absolutamente a nadie”, además de rechazar que hubiese declarado que ‘el fue se solidificaría como un adoquín” o que ‘se enviaría una fragata para hundir” el ‘Prestige’ si se acercaba a la costa’.
El responsable de la Delegación del Gobierno en Galicia en aquel momento ha enfatizado que los datos que facilitaba en sus comparecencias ante los medios de comunicación “eran los que me facilitaban las autoridades maritimas”, en referencia a la Dirección General de la Marina Mercante y la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar).
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