Y es que, si secundan la convocatoria de los sindicatos, están llamados a no ir a su trabajo el próximo 6 de febrero.
No sólo lo harán los empleados de Novagalicia Banco, también lo harán los de Bankia y Banco de Valencia.
Todos ellos protestarán en la calle contra los planes de reestructuración de plantillas de las entidades.
En el caso de Novagalicia Banco el mismo se traduce en el despido de más de 2.500 empleados durante los próximos cuatro años y el cierre de más de 300 oficinas.
Asimismo, las centrales sindicales con representación han convocado para el próximo 23 de enero una manifestación en todo el sector financiero ante los cambios que se están produciendo en el mapa bancario español, acelerados tras la ayuda de la UE para sanear entidades.
En este calendario de movilizaciones también se prevé una concentración de los delegados de estas tres entidades el próximo 30 de enero.