Una gamberrada más que desagradable y que llevó a la Guardia Civil a montar un gran despliegue.
Un niño de 11 años llamó esta tarde a su padre por teléfono diciéndole que acababan de secuestrarlo en Xinzo de Limia (Ourense).
Tras comenzar a buscarlo con controles policiales por toda la provincia de Ourense, finalmente, todo quedó en un gran susto porque parece que el niño se había escondido y sólo pretendió gastar una broma.