Todo el esfuerzo que nos pidió el Gobierno, desde subirnos los impuestos, recortar los gastos en Educación y Sanidad, congelar las pensiones, abaratar los despidos, cobrar por acudir a la Justicia, bajar los sueldos a los empleados públicos, rescatar a los bancos o no acelerar la devolución de su dinero a los afectados por las preferentes, en aras de la contención del déficit, no ha logrado su objetivo. La Comisión Europea indica que España ha incumplido el objetivo comprometido con la Unión Europea de reducir el déficit hasta el 6,3% del PIB, sin incluir las ayudas a los bancos, en 2012. Bruselas señala que ello se ha debido, principalmente, a la desviación en la Seguridad Social aunque, pese a ello, el todopoderoso vicepresidente y responsable de Asuntos Económicos ha anunciado que no pedirá al Gobierno Rajoy ajustes adicionales para este 2013.
Además, Olli Renh, ha planteado la posibilidad de darle a España más tiempo para reducir su déficit excesivo cuando se publiquen las previsiones económicas de la UE el próximo 22 de febrero.
“El objetivo de déficit de 2012 probablemente no se alcanzará”, señala el Ejecutivo comunitario en el informe en que evalúa si España cumple las condiciones del rescate bancario que se ha publicado este martes. Bruselas cree que el objetivo del 1,5% para las comunidades autónomas “puede estar todavía al alcance de la mano”, aunque avisa de que “los riesgos son sustanciales y varias regiones superarán probablemente su objetivo”.
Aún así, advierte el informe, “el sistema de la seguridad social registrará un déficit superior al 1% del PIB, debido a las menores contribuciones sociales y mayores transferencias”. Por ello, recalca la Comisión, incluso si el efecto pleno de algunas medidas de consolidación sólo se activó en el cuarto trimestre, como el aumento del IVA, las subidas del impuesto de sociedades y eliminación de la paga extra de Navidad para los funcionarios, “cumplir el objetivo del 6,3% excluyendo las recapitalizaciones bancarias, será muy difícil”, al contrario, de hecho, “el coste de las recapitalizaciones aumentará el déficit en un 1% del PIB”, y eso que el ministro De Guindos aseguró que no influiría en las cuentas públicas.
El Ejecutivo comunitario admite que la recuperación en España “continúa chocando con varios obstáculos, incluyendo el desendeudamiento, un paro muy alto, las exigentes condiciones de financiación y la consolidación fiscal”.
