Según denuncian varios medios de comunicación, el Gobierno está hastiado de los “ataques” que provienen de parte de la prensa y estaría dispuesto a tomar las “decisiones oportunas” para acabar con lo que, en fuentes cercanas al Ejecutivo, califican de “escarnio”. La primera medida sería reducir los canales de TDT. Para ello, a través del Ministerio de Industria, está considerando, amparándose en una sentencia del Tribunal Supremo que declaraba nula, en noviembre, la concesión de cuatro canales a los principales operadores.
Dado que la sentencia es firme, ello supone que las cadenas deben devolver sus frecuencias, algo que debe ser cumplido de manera inminente y que, hasta ahora, intentaban evitar, buscando un resquicio legal, tanto los dueños de las televisiones como el propio Gobierno. Pero las circunstancias han cambiado y el Ejecutivo de Rajoy, a la vista del tratamiento del ‘Caso Bárcenas’, ya no está tan dispuesto a ello.
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Este estado de cosas se complica a la vista de que la propia sentencia deja en suspenso la legislación sobre el dividendo digital, lo cual permitiría al Gobierno reducir los canales, paso que cubriría a la vista de lo que fuentes del Partido Popular califican como “hostilidad intolerable” de La Sexta que, denuncian, supone una “traición” por parte de José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta y de Antena 3 a la que el Ejecutivo permitió hacerse con ‘La Sexta’ a cambio de programas como ‘El Intermedio’, ‘Salvados’ o ‘Al rojo vivo’ amainasen en sus críticas “furibundas”.
Esto no ha pasado: al contrario, además de catapultar en los índices de credibilidad a Wyoming, Jordi Évole y Antonio García Ferreras, el asunto Bárcenas y los recortes en Sanidad, Educación, el incremento del paro, el aumento del IVA, de los precios de la electricidad, los desahucios o la congelación de las pensiones, han sido la base de varios de sus reportajes e informaciones en los últimos meses.
La segunda parte de la estrategia gubernamental pasaría por ‘convencer’ a los futuros accionistas del Grupo Prisa-‘El País’,es decir, a La Caixa, Telefónica y Santander, de que hagan recapacitar a Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo del grupo mediático. La indignación en el Partido Popular se desató tras la publicación, la semana pasada, de los ‘papeles de Bárcenas’ que apuntaban, directamente, a Mariano Rajoy, tanto que algunos ministros habrían denunciado que no entendían cómo era posible que se estuviese tolerando semejante “ensañamiento” por parte de un medio de comunicación que está “prácticamente en la quiebra”. La ‘presión’ sobre los próximos accionistas de Prisa no sería tan complicada, considerando que todos ellos dependen para su funcionamiento de las leyes, regulaciones y permisos administrativos…y el PP tiene mayoría absoluta en el Parlamento estatal y en numerosas Cámaras Regionales, al margen de decenas de Diputaciones y centenares de Ayuntamientos.