Una de las paredes y parte del techo del sarcófago que protegía el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil se han derrumbado. Los daños afectan a unos 600 metros cuadrados, según leemos en Russia Today.
Parece ser que el accidente se produjo en unas instalaciones no operativas de aparatos que, antes de la catástrofe nuclear de 1986, servían para controlar el suministro de energía a los reactores de la central. Las autoridades ucranianas aseguran que no estamos ante una situación de emergencia.
Y es que, precisamente, el sarcófago construido tras la tragedia ha evitado durante más de 25 años la propagación de la radiación e, insisten este suceso no afecta a la capacidad protectora. No obstante, expertos en la materia insisten que dicha infraestructura ya no es un sistema eficaz.
Fue un 26 de abril de 1986 cuando se produjo este accidente nuclear que cambió el mundo y que causó la muerte y graves secuelas de miles de personas.