Lo acaba de confirmar desde Bruselas. Hablamos del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, quien confirma que se ha detectado ADN de caballo en unos canelones con relleno de carne analizado en Madrid. Varios medios de comunicación apuntan a que el producto examinado corresponde a la marca La Cocinera, propiedad de la multinacional suiza Nestlé.
Precisamente, Nestlé retiró del mercado la semana pasada pasta y lasaña refrigerada tanto de la marca Buitoni y Gourmand por encontrarse en estos productos ADN equino en un nivel superior al 1%.
Por cierto que al tiempo que Arias Cañete explicaba este hallazgos, por su parte, las autoridades checas confirman también que existen trazas de caballo en las albóndigas que comercializa IKEA en sus restaurantes.
Tras la detención de dichas trazas de caballo, el departamento que dirige Arias Cañete ha dado cuenta de este hallazgo a todas las Comunidades Autónomas, a las autoridades de consumo, así como a las empresas afectadas.
El titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aprovechó su comparecencia en Bruselas para congratularse de que España se haya “anticipado” plan europeo pactado por los 27 para realizar test con los que rastrear en todos los países de la UE rastros de ADN de caballo en los alimentos transformados y comercializados como vacuno.
A partir de ahora, también deben realizarse pruebas para detectar la eventual presencia de un analgésico de uso animal llamado fenilbutazona.
“Lo que hay que hacer ahora es hacer caer todo el peso de la ley sobre los que han infringido los procedimientos, no creo que se deba aprovechar la ocasión para hacer cambios de normas, cuando realmente la normativa comunitaria permite seguir la trazabilidad perfectamente y garantiza que los consumidores estén protegidos”, señaló el ministro.
El pasado jueves en Canarias se inmovilizó una tonelada de hamburguesas con carne de caballo que había sido distribuida por una empresa valenciana a establecimientos hosteleros del archipiélago.
