Sí porque la multinacional retiró ya de todos sus restaurantes los platos de albóndigas, incluyendo, los que se ofertaban en España. IKEA toma esta decisión después de que ayer las autoridades checas confirmaran haber encontrado en dicho producto trazas de caballo.
Pese a que la propia compañía sueca asegura que los análisis realizados por las autoridades checas solo afectan a un lote de albóndigas disponible, IKEA Ibérica prefiere retirar todas las albóndigas de la venta en sus 17 establecimientos hasta obtener los resultados de los nuevos análisis.
A través de comunicado, IKEA señala, además, que desde que saltó el escándalo del ADN equino en distintos países europeos comenzaron a analizar sus productos cárnicos. En concreto, la firma llevó a cabo el chequeo de 12 muestras de diferentes lotes de albóndigas que no mostraron trazas de carne de caballo.
Por cierto que comer carne de caballo no supone ningún peligro para la salud, sin embargo, el engaño en los etiquetados de los productos asegurando cien por cien carne de vacuno es todo un fraude.