Exactamente son 894.600 €. Eso es lo que reclama Luis Bárcenas al Partido Popular por su despido improcedente después de haber estado 31 años en la nómina del PP: 42 mensualidades brutas. Otra posibilidad es que el partido le readmita, en el mismo puesto, dado que su demanda es por despido improcedente y no de nulidad por despido.
Por su parte, el Partido Popular podría librarse de cualquiera de esas posibilidades probando que no hubo una relación laboral hasta el 31 de enero y que todo era un finiquito diferido con pago a la Seguridad Social e IRPF, una figura que no existe en la actual legislación laboral, pese a lo manifestado por la secretaria general de los populares, Dolores de Cospedal.
Sin embargo, no parece que el PP pueda defender esta alternativa. Ello es así porque despidió a su ex tesorero, como filtraron fuentes de la propia Administración y, con la ley en la mano sólo es posible despedir a quien está contratado. Esto es algo que saben los servicios jurídicos del PP que habrían recomendado a la directiva del partido llegar a un acuerdo con Bárcenas. Ello no solo le ahorraría dinero a los populares, sino los meses de polémica que supondría un juicio ‘retransmitido’ por los medios de comunicación. Al mismo tiempo, en el Partido Popular son conscientes de que un acuerdo haría casi inevitable una inspección de Trabajo que debería aclarar si hubo irregularidades o ilegalidades en el famoso ‘pago diferido de una relación simulada’.
