Galicia

Solo un gallego, el lucense Dámaso I, alcanzó el Papado…ya hace 1647 años

Los cardenales aseguran que es el espíritu santo quien, realmente, designará al próximo Papa y, la verdad, tendría que emplearse a fondo para que volviésemos a ver a un gallego calzando las sandalias del pescador…eso sí, de obrar ese ‘milagro’ el Papa gallego sería, otra vez, lucense.

Así es, sólo un cardenal natural de Vilalba, monseñor Rouco Varela, arzobispo de Madrid, tiene esa la remota posibilidad de ser el segundo pontífice gallego tras Dámaso I, nacido en el Lucus de la Gallaecia en el año 304. El papado del trigésimo sexto sucesor de Pedro, que gobernó la Iglesia más de 18 años, aún es recordado hoy en día. Hijo de un sacerdote llamado Antonio – en aquella época los curas no hacían voto de castidad- emigró muy joven a Roma. Se hizo clérigo, se ordenó como lector, fue hecho diácono, y finalmente presbítero en la Iglesia de San Lorenzo. Desde ahí no le fue muy difícil al ‘domador’, significado de su nombre en latín, escalar en la jerarquía eclesiástica, hasta llegar a ser secretario del Papa San Liberio.

A la muerte de éste, en el 366, Dámaso, de 62 años, es elegido Papa.. aunque no era el único, al mismo tiempo, es designado otro sumo pontífice, llamado Ursino, entablándose una lucha cruenta que costó la vida a 140 partidarios de uno y otro La lucha cesa con la intervención del emperador Valentiniano, quien destierra a Ursino a la Galia, confirmando a Dámaso como único sucesor del apóstol.

Ahí es donde Dámaso empieza su labor apoyado en dos pilares: la unidad y la grandeza a la Iglesia. La primera decisión que toma es unificar la doctrina y acabar con los disidentes, como los arrianos, quienes defendían que Jesús era hijo de Dios, no Dios y que fueron excomulgados, al igual que los mecedonistas y los luciferistas. Emprendió, entonces, su lucha más feroz contra otro gallego, Prisciliano, quien predicaba el celibato, la pobreza, la participación de las mujeres y de los esclavos en la Iglesia y denunciaba los excesos y lujos de la curia. Años más tarde, Dámaso lleva a cabo su venganza: Prisciliano, se queda sin la protección del emperador Graciano, quien había sido asesinado. El Papa convoca a Prisciliano a Tréveris en el 385, el obispo es procesado por brujería y decapitado…sus restos vuelven a Galicia y no son pocos los que dicen que es él y no Santiago quien está enterrado en la catedral compostelana.

El Papa Dámaso también trató de unificar los textos sagrados, encargando la Vulgata, en el 382, a  Jerónimo de Estridón, años más tarde San Jerónimo -el libro ha llegado en su redacción original hasta nuestros días, escrito en latín vulgar, para que fuese entendido por el pueblo: esta Biblia, con su Viejo y Nuevo Testamento, se empleó hasta principios de los años 80 del siglo XX, 1600 años después de su muerte– e incorporó el ‘aleluya’ a la liturgia. Dámaso I murió en Roma en el 384, llegó a santo, y está considerado como uno de los grandes papas de la historia.

 

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