El matrimonio se ha llevado a cabo en Sudáfrica. El marido tiene tan sólo 8 años de edad y su mujer le saca, nada más y nada menos, que cerca de medio siglo, ya que tiene 61 años.
Los familiares que han permitido este enlace argumentan que el mismo se ha celebrado para evitar una maldición y para cumplir los deseos de un familiar muerto. Y es que, parece ser que el abuelo del pequeño, en su lecho de muerte había pedido casarse, pero como falleció decidieron que el niño, llamado igual que él, tenía que hacerlo en su nombre.
La elegida para este atípico matrimonio fue una mujer de 61 años, casada y con cinco hijos. La boda tuvo lugar en la localidad sudafricana de Tshwane y a la misma asistieron más de 100 invitados.
Según la familia, la pareja no firmó el certificado matrimonial y tampoco vivirán juntos. Si quieres ver las fotos del enlace pincha aquí.
En algunas culturas los sueños tienen una gran importancia y, como el abuelo del pequeño dijo que quería casarse mientras dormía, decidieron cumplir su deseo y evitar una maldición.