Casi dos años después del fatídico accidente en el que perdió la vida Carlos Parra, el ex torero José Ortega Cano ya está sentado en el banquillo de los acusados en el arranque del juicio por la muerte de este hombre.
El viudo de Rocío Jurado se enfrenta a la petición de 4 años de cárcel por homicidio imprudente. Según los informes de la Guardia Civil, Ortega Cano conducía con exceso de velocidad y presuntamente borracho.
De hecho, durante esta primera jornada de la vista oral, la jueza tendrá que decidir si admite o no como prueba la prueba de sangre que se le extrajo Ortega Cano a nivel terapéutico -el ex torero estuvo varias semanas en estado muy grave- y, que una vez analizado, arrojó un resultado positivo en alcohol de 1,26.
A preguntas de la magistrada sobre si se sentía responsable de los hechos que se juzgan, Ortega Cano dijo un “no” rotundo.
La defensa del maestro, que pide la libre absolución, exige que quede fuera del proceso esa sangre porque, argumenta, no se le extrajo para esa prueba de alcoholemia, sino por motivos médicos. También pone en duda el letrado defensor la cadena de custodia de esa muestra de sangre, determinante en este juicio.
El ex matador de toros está acusado de homicidio imprudente con dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria y otro por circular bajo los efectos del alcohol. La carrera por la que circulaba estaba limitada a 90 kilómetros por hora y el diestro la superaba con creces.
El Ministerio Fiscal sostiene que Cano cogió el coche en la noche del 28 de mayo de 2011 “en condiciones no apropiadas para ello” tanto por el consumo de alcohol como por el exceso de velocidad.
