Tanto la Fiscalía como la acusación particular mantienen la solicitud de 4 años de cárcel al torero José Ortega Cano por un presunto delito de homicidio imprudente por la muerte de Carlos Parra y de otros dos delitos contra la seguridad vial, por conducir bajo los efectos del alcohol y por exceso de velocidad.
Por su parte, la defensa del viudo de Rocío Jurado sigue pidiendo la libre absolución argumentando que Ortega Cano sufrió un vahído, pero que no había bebido que sólo se había mojado los labios con un poco de cava. De hecho, el acusado declaró el primer día del juicio que no se siente responsable de la muerte de Parra.
A punto de que quede el juicio visto para sentencia, al torero se le han puesto las cosas bastante complicadas ya que la sangre que se le extrajo momentos después del accidente dio positivo en la prueba de alcoholemia -1,26 gramos por litro de sangre- y los peritos de la Guardia Civil aseguran que su coche iba a 125 kilómetros por hora en una carretera limitada a 90 kilómetros por hora.
En cambio, el fallecido conducía a 50 kilómetros por hora por el carril contrario cuando el coche de Ortega Cano invadió su carril matándolo en el acto.
La defensa intentó por todos los medios que se declarara nula la prueba de sangre extraída de Ortega Cano por haberlo hecho por cuestiones terapéuticas, teniendo en cuenta que el matador de toros estuvo varias semanas debatiéndose entre la vida y la muerte tras el siniestro. ocurrido en mayo de 2011.
