Después de haber batido el récord del mundo de ‘100 plenos lisos’, este mediodía, el alcalde de Ponteareas, al que varios de los ahorradores presentes en la reunión de la Corporación bautizaron como “Usain Solla”, ha completado el día saliendo del Concello en medio de un cordón formado por alrededor de 30 agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil para ‘protegerse’ de las protestas de los Afectados por la Compra de Preferentes.
En declaraciones a los periodistas, en varios turnos y en la Alcaldía, Salvador González Solla, no quiso salir al salón de plenos donde había unos 20 afectados haciendo sonar sus bocinas y silbatos, reiteró que había suspendido la reunión de la Corporación apenas 10 segundos después de su inicio porque “no era posible celebrarla en estas condiciones”, al tiempo que culpó a los afectados de no haber dejado que se aprobase el nuevo Plan Xeral, “que es esencial para Ponteareas y del que depende la creación de numerosos puestos de trabajo”. Solla recalcó que se entendía bien con la plataforma de afectados de la zona, pero que ésta “siguiendo órdenes de arriba”, aunque sin especificar a quién se refería con “arriba”, había decidido impedir el Pleno, aunque en conversaciones con él “que son casi diarias”, siempre habían mostrado su tolerancia.
Antes de salir del despacho, y, con los micrófonos y cámaras apagadas, el alcalde señaló que saldría del Concello cuando y como quisiera y que lo haría por la puerta principal. Y así fue. Para hacerle llegar sus protestas, los miembros de las plataformas decidieron formar un pasillo para aplaudirle cuando saliese a la calle, al tiempo que se oirían las ya indispensables bocinas, carracas, lemas y gritos pero, en todo momento, sin violencia ni actos intimidatorios de ninguna clase, tal y como indicaron los portavoces de los afectados.
Poco antes de las 3 y media de la tarde, el alcalde y los concelleiros del PP abandonaron el Consistorio por la puerta principal, escoltados por la Policía Local y en medio de un pasillo formado por agentes de la Guardia Civil y se dirigieron, a pie, hasta el cuartel de la Benemérita, rodeados por unos 50 afectados que les increparon, varias cámaras de televisión, y periodistas gráficos, además de vecinos, curiosos y un grupo de dos o tres personas que no pertenecían a las plataformas de Afectados por las Preferentes.
Como puede apreciarse en las imágenes, en ningún momento hubo actitud o ademán alguno de agredir a Salvador González Solla o a los ediles del Partido Popular quienes, entraron, entre gritos, en el cuartel mientras que efectivos de la Guardia Civil, sin tener que recurrir más que a la palabra, pidieron a los concentrados, primero que se situasen en las aceras, para no obstaculizar el tráfico y, después, que se retirasen, algo que también les pidieron los portavoces de cada una de las plataformas de afectados y que hicieron apenas un cuarto de hora más tarde.