El ministro de Hacienda no solo se dedica a sembrar dudas, sin pruebas por supuesto, a quienes insinúa que podrían tener deudas con el fisco, o desafiar a los actores que no comparten sus ideas políticas, o a intentar intimidar a algún periódico, también deja entrever su incompetencia.
Y es que Cristóbal Montoro, primero informó mal al presidente del Gobierno, con respecto al déficit, durante el Debate del Estado de la Nación, después, la propia Unión Europea desveló que ese porcentaje no era real, puesto que el Estado no había devuelto a los contribuyentes lo que estos habían pagado de más; días después la propia UE dejaba en entredicho al ministro de Hacienda asegurando que el Gobierno Rajoy había reducido el déficit menos que el Gobierno Zapatero en su último año; acto seguido Montoro aseguró que la revisión al alza del déficit español se debía a un cambio en el método para calcularlo aplicado por la agencia comunitaria de estadística, Eurostat…y hoy la Unión lo deja quedar como mentiroso asegurando que en modo alguno es así, sino que el criterio utilizado por España para computar las devoluciones fiscales era “incorrecto“.
Y es que el Gobierno español anunció ayer que tuvo que corregir el déficit de las administraciones públicas en 2012 y elevarlo hasta el 6,98 % del PIB en 2012, frente al 6,74 % anunciado previamente, debido a que, aseguró Hacienda, Eurostat cambió la metodología en el tratamiento de las devoluciones fiscales y que estaba en vigor desde 1995. La nota oficial del Ministerio señala que los datos del déficit “han sido elaborados de conformidad con el cambio metodológico instado por Eurostat en los últimos días”.
Las autoridades comunitarias niegan, tajantemente, esta información, y por boca de la portavoz comunitaria de Fiscalidad, “Eurostat no cambió sus metodologías o reglas, simplemente descubrió que el método usado por España era incorrecto”, ha señalado Emer Traynor.
Traynor fue aún más lejos añadiendo que el procedimiento por déficit excesivo exige a los países miembros utilizar la contabilidad de devengo, es decir las devoluciones deben registrarse en 2012, debido a que deben computarse en el momento de ser solicitadas y no cuando la administración acuerda la devolución. En su lugar, el Gobierno español empleó la contabilidad de caja para las devoluciones fiscales y que Eurostat no se dio cuenta del error antes “porque el método de caja mostraba un patrón regular de gastos entre todos los meses del año”.