Nos acostamos franceses…pero este domingo nos levantaremos vigueses. El coronel Chalot se ha hecho con la ciudad en una tarde soleada en la que los miles de vigueses que abarrotaban el Casco Vello han podido ver en apenas una hora lo que hace 204 años costó 58 días y medio centenar de muertos. Mientras los franceses rendían Vigo apenas podía darse un paso entre los 200 puestos de alimentación y artesanía abiertos desde la rúa Real, pasando por la Praza da Constitución, la de la Reina, la Porta do Sol, hasta Santiago de Vigo.
Comefuegos, zapateros, artesanos, pescadores, afrancesados, herboristas, pasteleros, jugueteros, gaiteiros, acordeonistas, borrachos, condes y hasta un par de alcaldes, el actual y Vázquez Varela, elegido por el pueblo tras derrocar al anterior consistorio, se paseaban o tomaban una cerveza mientras las tropas de Napoleón reducían en minutos la guarnición viguesa,
Pero la alegría de los galos no durará, este domingo, a las 6 de la tarde, Cachamiuña, al frente del pueblo de Vigo, expulsará a los ‘gabachos’ liberándola del yugo del emperador, aunque esto le cueste recibir cuatro tiros en la Porta da Gamboa o ver morir a Carolo, un marinero de O Berbés, que pagará con la vida su intento de derribar la puerta a hachazos.
Eso sí, la fiesta volverá mucho antes, a las 10 de la mañana se reabrirá el Mercado, a las 12 llegarán los Gigantes y Cabezudos de Matamá; a la 1 habrá un combate histórico a espada a cargo de la Sala Viguesa de esgrima. Después del asalto a la Porta da Gamboa, a las 9 Concierto Mel de Meiga, en la Praza do Berbés, y un par de horas más tarde, cuando la gloria se apague y la victoria sea eterna, se despedirá la Reconquista hasta el año que viene.