Punto y final a la campaña electoral en Venezuela. Ahora los 19 millones de ciudadanos del país latinoamericano -100.000 de ellos viven en el extranjero- con derecho a voto tienen dos días por delante para reflexionar si optan por una nueva era del chavismo con Nicolás Maduro al frente o, por lo contrario, dan una oportunidad a su rival rival, Henrique Capriles.
Sea quien sea el nuevo presidente de Venezuela tras la votación de este domingo, lo que quedó más que claro anoche es que ambos han logrado movilizar a buena parte de sus seguidores en sus cierres de campaña.
En el caso de Maduro, miles de personas inundaron las principales avenidas de Caracas para acompañar al candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Una multitudinaria marea roja acompañó al presidente encargado y sucesor de Hugo Chávez, tras su muerte del pasado 5 de marzo.
Maduro recorrió en un camión las siete grandes avenidas que vertebran el centro de Caracas dándose un auténtico baño de multitudes. Ya en la avenida Bolívar y desde una gran tarima protagonizó el último gran mitin antes de la cita con las urnas.
En la tarima le esperaba el ex futbolista argentino Diego Armando Maradona, vestido con una camisa roja con el número 10 en la espalda. Además, se soltaron cientos de pájaros, en memoria de Chávez, ya que Maduro aseguró que se le había aparecido en forma de “pájaro chiquitico” para bendecir su aspiración presidencial.
Maduro, con dos pájaros colocado a cada hombro, señaló que “es la primera vez en la historia de la revolución bolivariana que llegamos sin él. Éste es el pueblo de Chávez, éste es el puesto de Chávez”.
No obstante, el candidato del partido oficialista afirmó que su desaparición física no significa el fin de la revolución bolivariana y, por eso, pidió el voto masivo para homenajear a Chávez y para que “esta patria libre e independiente que es Venezuela”.
Asimismo, quiso dejar claro que él no concurre a las elecciones presidenciales “porque sea un ambicioso de poder”, sino porque Chávez se fue y es su deber para seguir con la obra iniciada.
Por su parte, su rival y candidato de la Mesa Unificada Democrática (MUD), Henrique Capriles, cerró su campaña con un baño de masas por las calles de la ciudad de Barquisimeto.
“El lunes habrá una nueva Venezuela. El lunes todos a darnos el abrazo del futuro, de la esperanza”, proclamó Capriles que sigue buscando convencer a los indecisos, tras la desaparición de Chávez.
Pidió a los suyos salir a buscar “ a otros hermanos que a esta hora no están decididos, salgamos a buscar a otros hermanos que estaban con la causa del presidente pero que no le gusta ese candidato que le pusieron por allí”.
En un discurso de cerca de una hora, Capriles sostuvo que el domingo están en juego dos proyectos de país y prometió un gobierno que trabajará “por el bienestar de los venezolanos”.
“Ésta ha sido una campaña completamente atípica, hemos tenido que vencer muchos obstáculos, una campaña donde hemos visto dos proyectos”, dijo, al tiempo que se comprometió a luchar contra la violencia que azota Venezuela.
