El Ferrari carbura. Y además lo hace sin machacar las gomas. Este domingo, en el Gran Premio de China de Fórmula 1, se cumplió lo que había anunciado Felipe Massa hace unos días: las mejoras han hecho de la escudería italiana un rival más que serio para los, hasta ahora, dominadores absolutos del campeonato, los Red Bull.
Los dos coches rojos lo han hecho todo en pista. Fernando Alonso, desde una salida impecable en la que se situó, inmediatamente delante de Kimi Raikkonen (Lotus), al que también ha superado Massa, y detrás de Hamilton (Mercedes), que había hecho la ‘pole’ ayer.
Después la carrera ha sido un recital de los Ferrari y, especialmente, del piloto asturiano que ha ido superando a sus rivales, desde ‘Checo’ Pérez hasta Jason Buton y, finalmente, tras la segunda parada al actual campeón, Sebastian Vettel, quien, esta vez sí, ha hecho caso a las órdenes de equipo y no ha plantado cara a Alonso, que le venía recortando casi medio segundo por vuelta.
La sorpresa de la jornada, algo que va a ser, si el Lotus sigue así, una constante este año, ha sido ‘iceman’, que con el coche dañado, desde las primeras vueltas tras tocarse con Sergio Pérez, ha completado una carrera impresionante. Al final tras Alonso, que se hace con su victoria número 31, han pasado bajo la bandera de cuadros Kimi Raikkonen (Lotus), Hamilton (Mercedes) y Vettel (Red Bull).