La Audiencia de Las Palmas ha condenado al pago de una multa de 6.300 € a un miembro de la Guardia Civil que tocó un pecho e intentó besar a la acompañante de una conductora a la que dio el alto cuando circulaba por una carretera de Lanzarote, en febrero de 2011.
El tribunal ha considerado como agravante su condición de guardia civil, pues el acusado en todo momento se dirigió hacia la conductora del vehículo y la acompañante como agente, y no como amigo, como sostuvo el procesado quien desveló que su intención era ligar con la copiloto.
Los magistrados señalan que el agente iba vestido de uniforme, había terminado su jornada laboral y conducía el vehículo de su propiedad cuando, poco antes de las 7 de la mañana del 24 de febrero de 2011, dio el alto a la conductora con señales luminosas.
El procesado, además, requirió diversa documentación a la conductora y, haciendo uso de su condición de agente, pidió a la acompañante, que iba en el asiento del copiloto, que fuera con él hasta su vehículo para practicarle la prueba de alcoholemia. Según los hechos probados, el guardia civil, una vez sentados los dos en el interior de su vehículo, “con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, le tocó un pecho y trató de besarla”, por lo que la mujer abandonó inmediatamente el coche.