El Gobierno no dijo la verdad sobre el déficit público. Ni el presidente del Gobierno durante el debate sobre el Estado de la Nación, en el que aseguró que ésta era del 6,7% ni, mucho menos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a quien el pasado 28 de marzo, la Unión Europea ya dejó como mentiroso.
La realidad, y así la ha anunciado este lunes la Comisión Europea, es que el déficit público de España alcanzó en 2012,incluyendo las ayudas a la banca, el 10,6% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 9,4% en 2011. No solo es el más alto de toda la Unión, – por delante de Grecia (10%), Irlanda (7,6%), Portugal (6,4%), Chipre y Reino Unido (6,3% cada uno) – sino que señala el fracaso absoluto de la principal premisa económica del Gobierno, la base de los recortes en pensiones, desempleo, educación, bienestar, sanidad o dependencia.
Por si este dato no fuese ya malo, la agencia estadística de la UE, Eurostat, indica que España es, además, el Estado miembro de la Unión donde más rápidamente aumenta el nivel de deuda pública -6,8 puntos entre el tercer y el cuarto trimestre del año pasado -, hasta situarse en el 84,2% del PIB.
Por último, la Comisión Europea deja absolutamente claro que la excusa dada por el ministro Montoro sobre el déficit, que atribuyó a la necesidad de hacer una corrección a un “cambio de criterio contable” de la oficina estadística europea (que ésta misma negó) no fue más que otra falacia, confirmando que el Gobierno español retrasó “indebidamente” a enero de 2013 devoluciones fiscales que deberían haberse computado en 2012.